En Paysandú hay muchos proyectos musicales e instituciones dedicadas a su enseñanza. Pero todos eso músicos ¿Dónde ensayan? ¿¿Tienen un lugar para practicar y mejorar su talento? Granizo conversó con Ignacio Fernández, impulsor de la sala de ensayo 315, única sala que además de tener todo el equipamiento necesario brinda a sus clientes un asesoramiento técnico personalizado.


Por Evangelina Perroni

Música, horóscopo y laburo

Mi nombre es Nacho Fernández, tengo 36 años, soy gallo en el horóscopo chino, soy músico, técnico en sonido y en grabación. Además, soy padre y hago reparto de encomiendas para una empresa de transportes. Resido actualmente en la ciudad de Paysandú, donde logramos instalar una sala de ensayos con el aval y el apoyo de la Unión Europea.  Hace casi un año que abrimos y que estamos trabajando con bandas de acá que alquilan la sala para poder ensayar. La sala está equipada con todo lo que precisa una banda tipo para poder ensayar en óptimas condiciones.

¿Qué rol cumplís en la sala?

Mi rol es el de técnico en sonido, me encargo de que los músicos se escuchen primero que nada, que es algo que acá no pasa. O sea el músico está acostumbrado a no escucharse y eso implica que laburan arriba de un error constante porque no detectan lo que están haciendo mal. En la sala de ensayo lo que hacemos es lograr que cada uno de los músicos se escuche realmente y se ocupe solamente de tocar.  Yo como técnico lo que hago es optimizar el equipamiento y la configuración de lo que tienen ellos como para que cada uno se logre escuchar y logre escuchar a los compañeros entonces la banda puede detectar rápidamente qué está haciendo mal y a partir de ahí  laburar arriba de la eliminación de errores entonces cada vez que lo hacen lo van a hacer mejor. Es también una cuestión de escuelita, de poder dar los piques para que el músico se optimice e inevitablemente mejore, si vos le das todas las chances como para que se escuche y le decís más o menos qué es lo que está haciendo mal y como lo puede hacer mejor ni hablar que va a mejorar. El rol de técnico a mi me gusta mucho y es ocuparme de la parte engorrosa, de cómo están enchufadas las cosas de cómo podemos hacer de que se escuche mejor de sacarle el mayor potencial al instrumento que tenga y que funcione en pro de la banda en pro de la canción. Ese aporte extra que viene con la sala me parece que apunta a ese lado a que los gurises no solamente se sientan cómodos y se adueñan de la sala sino que también se adueñan del apoyo moral y técnico, de ese plus. La sala está basada en dos pilares uno de ellos es que se escuchen mejor, el otro es eliminar una problemática que es lo de los ruidos molestos que pasa siempre con toda banda que ensaya en un cuarto. Nuestra sala está instalada en un subsuelo entonces el factor de ruidos molestos desaparece y los chiquilines pueden estar a cualquier hora haciendo cualquier tipo de barullo y no hay problema ninguno. Entonces ellos se encierran, es como un búnker nadie los molesta y no molestan a nadie,  y ese es uno de los valores agregados. El otro es poder echar una mano para que optimicen lo que tienen y se puedan ocupar solamente de tocar y hacerlo bien, nos ocupamos de la parte engorrosa así el músico se puede ocupar de la parte artística que es lo que le tiene que importar, lo demás es relleno y del relleno me ocupo yo.

¿Por qué  315 y por qué en Paysandú?

315 es el número de puerta de la casa de mi vieja en Canelones que es donde yo viví toda mi vida y donde armamos la primera vez la sala de ensayo y el estudio de grabación. Hace 6 años que yo me hice padre y claro Canelones es muy chico, daba para bancar mi soltería pero no para bancar una familia y acá tenemos otras expectativas laborales, la mamá de mi hijo es de acá, Paysandú es mucho más grande comercialmente es un lugar mucho más activo hay más chance laborales y comerciales entonces nos vinimos para acá. Al principio todo el equipamiento de la sala quedó guardado en una cantidad de cajas, hay cosas que vendí en el camino porque medio que me desmoralicé y pensé que nunca más iba a hacer esto, otras cosas quedaron.  Entonces  hice un curso en la Agencia de Desarrollo en 2014 y luego hice un curso en el 2015 en CTC y de ahí fuimos pasando etapas hasta que obtuvimos uno de los 11 premios nacionales que daba la Unión Europea para poder iniciar la sala acá y a partir de eso pudimos hacer nacer de vuelta 315 pero en Paysandú.

¿Realizaste algún estudio de mercado para ver si era viable?

En lo que es grabación hay más competencia, habrá unas cuatro o cinco salas que están dedicadas a eso y que lo hace bien.  En nuestra sala no estamos grabado pero este año la finalidad es instalar el estudio para poder grabar los ensayos de los chiquilines y hacer proyectos tipo grabar temas o grabar discos es la meta para este año. En principio así como estamos no es competencia porque no estamos grabando, solamente grabamos  programas de radio para la plataforma radio café del teatro. Lo que sí vimos cuando hicimos encuestas para ver que tanto los músicos y los estudiantes de música conocían alguna sala o estudio, nos dimos cuenta de que la gran mayoría no conocía ninguno, eso dificultó pila porque no habían datos certeros para que vos puedas medir cosas. Lo otro que vi de los estudios que están grabando acá ya tienen su clientela no hacen publicidad, laburan de boca en boca y la banda que ya grabó una vez, vuelven a grabar en ese mismo lugar. De alguna manera funciona así y capaz que a los tipos no les interesa ampliar más su mercado.

Ciudad  musical

Cuando yo recién me mudé y empecé con el laburo de logística andaba todo el día en la calle, los primeros dos años pasaba 8 o 10 hs en la calle repartiendo paquetes y nunca vi un tipo tocando en la calle,  nunca pasé por una casa y escuché una banda tocando. Puede ser que Paysandu sea demasiado grande y que justo yo haya pasado por los lugares por donde no estaban tocando pero me parece más que es como que están enclaustrados alguna manera. Hay una cantidad de músicos, y Paysandú por suerte es un lugar que tiene muchos recursos, tiene escuelas  de música a granel,  lugares donde comprar equipamiento, instrumentos, luces consolas, micrófonos, parlantes lo que sea. La cuestión cuando empezamos a hacer el proyecto es si hay todos estos emprendimientos comerciales decididamente hay gente que está consumiendo, ¿dónde está esa gente? De alguna manera hay algo que hace que no hagan un punto focal, hay una cantidad de músicos, hay una cantidad de instrumentos hay educación, hay unas bandas preciosas pero esta cada uno muy metido en su mundo y no salen a la luz, no han encontrado cómo hacer palanca para poder sacar todo eso, y hacerlo público o mostrarlo, como fomentarse, como gestionarse, como hacer esa fuerza. El secreto está también en que las bandas no pueden seguir esperando que venga algo de afuera, llámese como se llame,  sea productor, sea discográfica, sea intendencia, cualquiera de esos puntos te pueden ayudar mucho el hecho es no esperar que eso suceda. Si  la banda no hace un esfuerzo y no hace un sacrificio y se autogestiona nadie lo va a hacer y creo que pasa en todos lados, si vos no vas a estudiar, nadie va a estudiar por vos, ellos tienen que hacer funcionar su banda y la tienen que gestionar ellos y después ahí cambia un poco la jugada.

¿En qué está la sala en este momento?

Ahora estamos agendando bandas todo el tiempo para ensayar y la meta este año es acondicionar el piso de arriba para poder instalar una sala de control y empezar a grabar. Lo que primero quiero hacer es que la banda se acostumbre a grabarse a grabar el ensayo entonces todas las bandas que vayan a ensayar por la misma plata que están pagando hoy en día en el alquiler de la sala  se lleve todo el ensayo grabado. El formato será  grabar a la  banda en multi pistas y lo vamos  a mezclar y pre masterizar para que al otro día pueda estar disponible para la banda. No quiero que los gurises tengan un ensayo grabado así no más sino que quiero que tenga una producción que cada banda cuando vaya ensayar se pueda llevar y tenga el registro de lo que fue ese ensayo pero  en calidad de reproducción que sea por lo menos una maqueta de los temas. La consigna es poder sacar buen material y dárselo a la banda y que no tengan que explicarlo porque me ha pasado pila de veces que me dan algo para escuchar y la banda me dice pero no le de bola a la batería porque esta media baja, no le des bola al bajo porque quedo raro, la música para mi tienen que hablar por sí sola. Yo lo que quiero es que cada ensayo no tenga que ser explicado que los chiquilines se puedan llevar de ahí de la sala el ensayo grabado y que lo puedan mostrar en cualquier lado y que sea eso, sin dar explicaciones ni nada, que la música sea el reflejo de lo que quieren hacer.

Impulso cultural

Me pasó en la sala con una banda que se acostumbró a sonar mal, a estar desorganizada en un garage y en el momento que vos les das las herramientas y les explicas más o menos como funcionan algunas cosas, les das algunas directivas como pueden funcionar mejor, esa banda se redescubre. Si un músico hoy por hoy suena mal, no es porque tenga malos instrumentos o  porque tenga mala educación  es porque no saben que se puede hacer  mejor me parece. En el momento que les haga click la cabeza y se den cuenta de que hay más para hacer inevitablemente van a hacer más y creo que eso se traduce a cualquier rubro en los que a mi me parece que Paysandú tiene un potencial bárbaro.  Pero de alguna forma no se bien en qué va si es en la cabeza de la gente o si es que se acostumbraron a hacer las cosas de una manera y como les anduvo así, se quedan en esa. También puede ser que haya mucho miedo, el hecho de que vos tengas que cambiar algunas cosas sobre todo cuando estás hablando de un aspecto más cultural a cualquiera le da un poco de temor, de inseguridad de incertidumbre eso de salir de tu zona de confort y que hay un mundo afuera que también tiene sus propias reglas, que funciona distinto. Hoy por hoy en este mundo tan globalizado es mucho más fácil ver cómo está laburando otro músico, otra sala de grabación, otra ciudad turística, lo que sea. Ahora tienes todo al alcance de tu teléfono y nos acostumbramos por ahí a subir fotos de gatitos en Facebook y gastamos tiempo en eso y no nos ocupamos de investigar lo que está haciendo un tipo como yo pero en otro lado.

Bandas y géneros

Nosotros compramos el equipamiento para tener cubiertos todos los géneros, acústicos, electrónicos, eléctricos, distorsionados, fuertes, bajitos, de todo, de hecho compramos instrumentos para hacer música tropical que fue una de las cosas a las que yo aposté porque pensé que íbamos a tener mucha demanda tropical. Hace casi un año que estamos trabajando y no ha entrado ni una banda de ese género, sin embargo han entrado una cantidad de bandas de rock pesado. No espere que hubiera tanto movimiento metalero y me sorprendió el grado de conocimiento del género yo no escucho pero empiezas a escuchar porque son tus clientes más sabios entonces tenés que saber de qué están hablando los tipos y me llamó la atención no solamente la cantidad de bandas de ese género, sino el conocimiento técnico de las reglas del mismo, o sea no están haciendo metal porque si, están haciendo metal sabiendo cuales son las herramientas para que sea metal.

Éxitos

Financieramente estamos todavía en una etapa donde son más las inversiones que hacemos en la sala que los perfumes que me puedo comprar esa es más o menos la relación. De hecho me interesa comprar parches, baquetas o comprar guitarras que comprarme perfumes. Pero yo creo que como aporte cultural sí  es sumamente exitoso, por más que al principio fue un poco lento.  Nos pasa ahora que la banda que va a ensayar a la sala automáticamente se fideliza o sea descubre que puede sonar mejor que hay un lugar mejor y hay un apoyo extra que en el garage de la casa no lo tienen.

 

Entrevista extraída de: http://granizo.uy/historias-vivas/entrevista-315-una-sala-particular-en-paysandu/

 

 

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